Hola, y bienvenidos al blog una semana más. Hoy os dejo un nuevo capítulo de Sawnock y el Amuleto del Volcán. Sé que es un poco corto, por eso me pensaré si colgar el siguiente capítulo a lo largo de esta semana o ya esperarme a la semana que viene. Si tras leerlo pensais que no vais a poder vivir sin leer la continuación, hacedmelo saber e intentaré colgarlo en cuanto tenga un ratillo libre, jeje =) Saludos.
Se
dirigían con la moto hacia la orilla de la playa, donde les esperaban Sergio y
Manu. Al llegar, Dan se percató de algo.
—Esto…todos no podemos
subir en la moto a no ser que haga dos viajes.
—Tranquilo, amiguito —le
dijo Sergio—. Contábamos con eso, por lo que nos hemos traído nuestra propia
embarcación.
Señaló una moto similar a
la de Dan pero de color amarillo que había en el agua y vio como sonreía
aliviado. Dan y Nadia subieron en la moto y se adentraron en el mar. Los
seguían Manu y Sergio en la otra moto en dirección hacia las rocas donde se
encontraba la entrada del túnel.
—Está muy oscuro, no sé
si lo veremos—le dijo Nadia, aunque Dan lo tenía todo pensado. Apretó un botón
y un potente rayo de luz que salía de la parte delantera de la moto iluminó el
agua.
—Problema solucionado —le
dijo con una sonrisa de satisfacción.
— ¡Ese es mi Dan!
Al
llegar a las rocas Dan redujo la velocidad de la moto mientras observaba
atentamente para localizar la abertura que daba paso al túnel.
— ¡Allí! —exclamó Nadia
señalando con el dedo.
Dan fue donde ella
señalaba y se alegró al comprobar que no se había equivocado. Le hizo una señal
a Manu para indicarle que le siguiera y luego entraron hasta que la arena los
detuvo tal y como había ocurrido por la mañana.
—Ya hemos llegado
—murmuró Dan.
Nadia se disponía a bajar
de la moto pero Dan la cogió por el brazo impidiéndoselo.
— ¿Qué?
—No sabemos adónde
conduce el túnel y puede ser largo, muy largo, así que mejor vamos en la moto,
¿no te parece?
Nadia asintió y Dan tras
mirar a Manu aceleró. Iban avanzando despacio y contemplando el camino y al
rato vieron que aquel tramo del túnel era nuevo para ellos. Fue un poco más
adelante cuando se dieron cuenta de algo.
—Apaga
la luz de la moto —le dijo Nadia.
Dan
la miró fugazmente y la apagó. Le hizo un gesto a Manu para que apagara la luz
de su moto y al apagarla se llevaron una sorpresa.
Después
de haber apagado las luce, el túnel seguía iluminado bañado en una luz intensa.
Se miraron atónitos sin entender qué pasaba y mirando alrededor suyo buscando
algo que explicara la procedencia de aquella misteriosa luz. Ante ellos casi no
se distinguía el túnel ya que solo se veían destellos blancos. Dan paró la moto
pero a pesar de ello seguían avanzando como si la luz los succionara. Miró a
Nadia y al ver la cara de miedo que ponía la cogió de la mano, dispuesto a
tirarse al suelo, pero no pudo, como si una barrera invisible se lo impidiera.
Entonces hubo un gran destello, la luz cesó y la moto se detuvo.
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